Las preocupaciones de los hombres y la enfermedad pública según Platón

"Sobre las tres cosas que acaparan todas las preocupaciones de los hombres, la del dinero no es más que la tercera y última, y eso suponiendo que se trate de una solicitud lícita; es el cuidado del cuerpo el que ocupa el lugar intermedio,  mientras que al alma le corresponde la primera de estas preocupaciones.

En nuestro caso actual, en especial, si la constitución que nosotros vamos a describir clasifica los valores en este mismo orden, será buena; pero si alguna de las leyes que se contiene en ella, concede manifiestamente en la ciudad una categoría de mayor estima a la Salud que a la Moderación, o bien a la Riqueza más que a la Salud, o a la Vida Temperante, se reconocerá, sin ninguna duda, que la clasificación de esta ley es defectuosa".

         Platón, Las Leyes 743d-744a

La enfermedad pública, la injusticia, son reflejos de la enfermedad individual y del hombre injusto:

"¿Y qué otro mejor testimonio podrá aducirse de la mala y vergonzosa educación en una ciudad, que la necesidad de médicos y jueces hábiles, y no solo por la gente baja y artesana, sino también por los que han recibido una formación de hombres libres? ¿O no te parece vergonzoso e indudable prueba de ineducación el verse obligado a recurrir a la justicia ajena por falta de la propia, con lo cual se convierte a los demás en señores y jueces del derecho?

         Platón, La República 405a-405b